Aquí, donde no hay sepulcros, es donde se desea un minicuento con sepulcros.
Podría sonar el timbre de un tranvía. Pero es un argumento, el timbre de un tranvía, que sólo corresponde al año 1936.
Esto, todo esto que está señalando el semáforo con la mancha amarilla, es lo que, sin embargo, no deja de tener un aura de tristeza. Sin duda, un aura de tristeza.
-El champú suena mejor donde no hay agua. Sería, si es que hubiese sepulcros, uno de sus preceptos- dijo el personaje más seco.
--Pero, la mitad del día suena a preciosismo, cuando llamar a un camarero pudiera tener sentido- dijo el otro personaje, a medias vestido de negro.
Pero, ahora sería el momento de preguntarse por el lago donde reposa El perro andaluz.
Entiéndase, sin embargo, que no estamos allí. / Esto sólo sería bajo la luna, en la arena que rodea a la Residencia de Estudiantes.
CAPSULA INVISIBLE DONDE MINICUENTO INVISIBLE
Si nunca se ha acabado de entrar, entonces no hay manera de despedirse. / Es la disciplina, lujo, que siempre se está olvidando. / A la manera verde, pálida, del Obispo que siempre soñó en ser un payaso.
No se ha acabado de redactar el email. Y está una espera, muy triste, donde se recuerda que el tiempo de los bobos se acabó.
La espina es lo síntético, si es que se quiere entender lo que se quiere decir con esto.
Pues el tren que ya no está, si es cierto que no va sobre rieles, no deja hacia todos los lados de correr, y esto, cruzando también como un bólido, por debajo de todos los cartelitos que dicen EXIT.
Lorenzo García Vega
Thursday, July 8, 2010
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