¿Y qué estamos haciendo aquí?

Pues no se sabe bien, pero resulta que al escritor Lorenzo García Vega le ha dado por intentar una novela conmigo, una estudiante graduada quien intenta, entre otras cosas, escribir una tesis sobre la vida y la obra de este señor que ahora es mi amigo. Lo que irá apareciendo aquí es, en palabras de Lorenzo: "un zuihitsu en el que fuéramos relatando, a la manera de un diario en email, el relato de nuestra relación (una relación establecida por motivo de una tesis, pero donde, lo que estaría, fuera el invento que haríamos, tú y yo, de nuestro pasado y de nosotros mismos, como dos personajes de generaciones distintas que tratan de encontrarse, inventándose."

Thursday, September 30, 2010

DISCURSO EN LA SIESTA DE HOY


Era la impresión de que las grandes novelas que habíamos leído, perdidas estaban para siempre - o, habían quedado hechas pedazos.
Así que ya no tenemos tiempo para volverlas a leer. Ya no podemos volver a ser los lectores de los grandes textos.

En otra visión, he estado dispuesto a posar frenta a un alguien que no tiene cámara, pero que parece sostener una cámara. 
Y lo extraño, lo muy extraño, es que algo me dice que, llegado a esa situación, ésta resultará ser el momento mejor. ¿Se entiende esto?

Eso, lo anterior, para explicarlo mejor, precisamente va a ser una extensión sin extensión. 
O, si no puedo explicarlo, quizás pueda narrarlo de la siguiente forma:
Es el momento en que he estado sentado en la mesa de una terraza. Sentado, frente a una taza de café. Y entonces he comprendido que el punto siempre ha estado disuelto.

Habrá, por lo tanto, un rasgo muy extravagante, pues consistirá en el momento en que la espuma será lo sólido. No sé si me explico bien.

Y esto, todo este discurso que acabo de estampar aquí, surgió hoy, desde mi siesta.


Lorenzo García Vega

¿Cómo meterme en una casa más fresca? No sé, quizás una casa fresca no existe.
Gombrowiczs decía: "Hay que abrir las ventanas de esta hermética casa y sacar sus habitantes al aire fresco". Pero no sé cómo se podrán abrir las ventanas, si es que hay ventanas.

Pero todo es una puñeta. Lo único que veo es un árbol, frente a mi ventana, pues sí, yo tengo una ventana. Pero...

Lorenzo García Vega

PUNTERO PRESO


Punto. ¿Realizable o inalcanzable? Lo que tiembla (pero no estoy seguro de que tiemble), ¿qué es?

Una pelota roja. El marcador de un puntero inexistente. 

Lo que estalla es el Pato Donald, en el cuadradito del cómic.

¡Cuántos enfermos! El color tamarindo.

Pesa la tierra, como si yo fuera un pensador. Pero, ¡todo por gusto! No digo nada, si es que quisiera decir algo.

Un fósforo apagado al margen de esta lluvia, ciencia, de hoy. ¡Basta por este día! 

Lo que pudiera ser mi dedo, finjo como si se extendiera. Pero no hago nada.

El ángel rilkeano tiene catarro. Lo digo por decir algo.

L.G.V

Tuesday, September 28, 2010


¿Qué es lo que, haz del agua, invento?
He visto al ruiseñor primitivo, descascarado, cuando lo verde escaso del piano cundeamor. 

Me regodeo, aunque estoy hecho de residuos y, hoy, más que nunca, rodeado de cenizas. Sólo eso, lo que va cayendo, que pudo ser una tormenta (una bodeguita -aquella destartalada bodega del guajiro Falcón -, que a lo lejos huía).

Lo crucificado ¿parecía cruento? Pero un barquito de papel, jugaba con el tiempo como si fuera humo.

He dicho sobre el carisma de las cabezotas color avellana. Un pasadizo para entrar en Bruegel. Como si un socavón, sin ninguna importancia, se desprendiera al recortar las letras que pueden formar la palabra dinosaurio. 

¿Que'es lo que puedo acabar siendo? Agua tibia cuando caen las mandíbulas.
Seguiré indagando, aunque los rieles, en el día lluvioso, se detienen a mitad de camino. 
Con una buena vela, si persisto, acabaré por hacer que arda la carota que no sólo contiene el recital de un payaso, sino también un manubrio, cuota a cuota.

Lorenzo García Vega

Monday, September 27, 2010


¿Cuál es el enigma? Cuando me hago esa pregunta, lo único que veo es lo blanco. lo blanco, como si estuviera en una postal.

Lorenzo García Vega

EXTRAVAGANCIAS DE UN DOMINGO


Y el argentino N.Alem dijo: "y huérfano y errante entre el tumulto / las sombras de las tumbas me rodeaban."
Esos apagados fósforos hundidos en la cal. En el inconsciente se mezclan con las sombras proyectadas por una bombilla, en el portal de un timbiriche de pueblo de campo (recuerdo de 1933. o de 1934).

Entonces seguir escribiendo. Parece que eso es lo que voy a seguir haciendo. O sea, que me meto en lo seco de mi karma (sembrándome en una macetas que colocaré en el estúpido patio de mi casa). No sé, eso sí que no sé, pero podré aferrarme a un punto. ¿Quién soy? ¿Podré mantenerme, hasta la muerte, haciéndome esta pregunta? 

Y un propósito absurdo: sembrar una como agua de acuarela en el patio, donde fijar los días que me quedan. /¿Qué quiere decir esto? No lo sé bien, pero creo saberlo.

Lorenzo García Vega

Sunday, September 26, 2010

blog, domingo 26 a las doce y nedia de la noche


Sin que me moviera. Ascendí hasta el techo -esto fue anoche, en un sueño-. Creo que logré la Atención, sentí mi cuerpo debajo. Era una inmovilidad tan absurda - estoy diciendo a como pueda decirlo - que casi, casi no tenía nada que ver con el Absurdo. ¡Un Absurdo que no tenía nada que ver con el Absurdo! Oía a lo lejos, como muchas veces me ocurre, la bocina de un auto

En un sueño anterior, pero que casi no recuerdo, un perfil lechoso, desleído, como si hubiese caído en un pozo. Dos gatos, encerrados en un saco sumergido en un pozo, eran la otra cara de un perfil de barba negra, perteneciente a un matador de mendigos. 

Por la mañana salí e inmediatamente, al entrar en un almacén,me tuvieron que buscar una silla, pues la hipoglucemia me desplomó durante un buen rato, hasta que las pastillas de azúcar que me tomé, me hicieron efecto. Todo esto que estoy contando es tan real, que parece como si estuviera vviendo en lo irreal. 


Lorenzo García Vega

Friday, September 24, 2010

Mañana de líos, y de caras enojadas por los pasillos. Las sábanas retroceden, despacio. "De ahora en adelante tu tiempo estará muy fragmentado", dijo la chair del departamento de español durante la reunión del job search. De ahora en adelante. El tiempo, que no ha dejado de ser como una cortinita de lluvia que no moja, fragmentado. Lluvia. Minutos y segundos. Ya vivir en horas no cuenta. Los días no existen. El tiempo fragmentado y mi cara como en mil pedacitos dormidos, sobre la almohada. Despertarse es juntarlo todo para ir perdiéndolo todo, otra vez, en este viernes anti social en donde almuerzos, y citas, en donde entrevistas y reuniones, en donde caras largas enloqueciendo los pasillos. Ay, la academia. Me duele, sobretodo, en los hombros, y en un círculo que, endemoniado de silencios, ha hecho su casita entre la nuca y el cuello. Y la vecina, una señora de 90 años (¿ya dije que vivo en un home de viejitos?) diciendo que no hay nada más bonito que ver un cuerpo joven doblado por la disciplina del estudio. Encorvada, yo, sobre un escritorio, como un poema para que la vecina me vea. Y se alegre, ella. Ganas de abrazarla. Ganas de desnucarla. Últimamente, todo muy académico. Y yo, muy violenta.


Margarita Pintado

Wednesday, September 22, 2010


Desgarbado. ¿Desgarbado el garabato? ¿Qué es eso?
¿Ya, para que me pueda inventar un clima, no es que ha empezado demasiado tiempo? 
El no tener preguntas es como tener la camisa rota. 
Frías puntas inmóviles,¿para qué sirve la cabeza? ¿Qué cabeza?
Con unos ojos amarillos, o sea. Soñándome unos ojos amarillos.
Después, parece que no hay ni un para qué. No, no hay un para qué.

Como gran escena de una vieja película “de corte inglés”. ¿1940? Pero ¿desaparece, por más que haga para recordarlo todo? 
Dictado, dictado de aquella película totalmente olvidada. 

Me duermo. Al despertarme, por un instante, el diálogo perdido.
Voces que no se oyen, pero que siguen hablando. 

Despertándome y durmiéndome. Durmiéndome y despertándome. Voces que persisten de la película olvidada. Persisten. ¿Es lo estúpido? 
Decubriendo lo que pueda ser lo estúpido. ¿En qué raras galimatías estoy persistiendo?

L.G.V.

Saturday, September 18, 2010



Me aucerdo de ese gran lugar, lugar en ruinas. Él trata de salir. 

No sé lo que hacía, ni sé lo que pueda hacer. ¡Todo, sobre un cristal blanco, es destrucción! 

Me esforzaba por salir, pero hasta ahora, sin ninguna duda, no hay ninguna salida (alguien habla conmigo, pero es como si sólo colocara números). 

Los sumergidos. Sumergidos en polvo, blanca lechada -¿esto como si un abuelo viviera? o ¿dónde está, ya que nadie puede suponer el lugar donde está? 

¿Pero no es, entonces, como que la letra H no podría subir? ¿Cómo entiendo el dolor?

Había, efectivamente, la pregunta sobre cómo salir de este sueño. Pues el hecho es que no sé si estoy soñando, o si estoy recordando un sueño, o si se trata de que, despierto ya, no acabo de despertar. 

Pero era, lo que consideraba, un cartel que decía: "La unidad de las funciones". Me supongo que se trata de un magma obsesivo. 


L.G.V.

Thursday, September 16, 2010

Confesión de Jueves

todo, hoy, parece irrelevante. el vaso de agua y su círculo terrible, tan de todos los días, sobre la mesa. la madera mojada da un poco de pena. se piensa en un árbol lloviznado. esta tarde me acuerdo de la casa de mi abuela. loma verde olvidada por todos. nadie se mece en su hamaca, y a veces creo que sin hamaca, el viento ya no puede soplar. ella está ahora en un home. y esto no es ficción. ella está, yo lo sé, metida en un cubo blanco en donde camas, y arrugas, y olores, y televisores. allá todos cantan y todos están tristes. pero yo sé que su cabeza está en la loma verde, y su cuerpo blando sigue meciéndose en una hamaca. el viento salía de sus manos cada vez que se reía. ella las movía de esa forma que a veces yo imito. pero de mis manos no sale nada. una pena no haber heredado la facultad de hacer nacer el viento. la cosa es que con el parkinson sus manos ya no obedecen. y puede que ahora de sus manos salgan pequeñas tormentitas, viento cortado y recortado. a mi abuela nadie la visita. yo tampoco. y eso es mucho decir, eso es una confesión de jueves que parece de domingo. pero es que hoy todo está tan plano. todo tan falto de relieve. por lo que, hay que volver al círculo mojado resbalando lo marrón. y dejarse visitar por ella, que aparece pocas veces, pero siempre contundente. ¿puedes creer que todavía existan las abuelas? parece raro, pero es así. 


Margarita Pintado

Tuesday, September 14, 2010



La cuestión: traducir lo plástico a lo narrativo. 
O sea, me explico: narrar una mancha crema, sobre la acera (un personaje puede estar fumándose un cigarro de una película 1930).
O sea, me explico: un mini-cuento que tuviera la textura de una mancha.
Recuerdo lo que decía Torres-García: "verde, rojo, azul, son lo que son; / el color, el tono, como valor plástico, antes de ser un objeto;/ pues el objeto es un medio, y el tono y el color un fin".

L.G.V.

Son los viajes que no supe vivir. Rincones de sombra quedaron, pegados a las paredes de los hoteles donde estuve. 
Un zombie, que al ponerlo en el suelo no sabía hacia donde ir. 
Mi vida dentro de un quirófano. Titulares, ya borrosos, sobre lamentables zonas en que no supe vivir. 

Un día otoñal, con sombras. Ya se perdió. Pero en ese día -¿por qué?- fue como si todo se hubiese descubierto. Pero ¿qué fue lo que se descubrió?

Superpuesto el gran gancho negro, a la pared del hospital.

Graffiti para ser visto por espectros.

Agrandó ese graffiti que acabó de soñar. Después, lo miró. 

"Autobús para la memoria". Un título.

La esperanza, en una isla donde no hay nadie. 

Al despertar, sueño con papalotes.

Y una cita de Sandor Marai: "Es como la sordera. Como la sordera de alguien que conoce las notas musicales que está tocando, pero que no oye los sonidos_ 

L.G.V.

Sunday, September 12, 2010

AUTO CONFESION DE UN DOMINGO


No, no es invento. No estoy para inventos. El rojo es un poco mayor, pero tampoco es tan mayor que se diga. Domingo, desciende, quizás por eso no estoy para inventos. Desciende, y siempre se ha quedado inmóvil. En el medio, digamos, para inventar algo, que un rojo. Aunque, por supuesto (pero esto tiene menos importancia), hay otro crema, otro al lado de la escena. Como diríamos, si tuviéramos disposición para escribr un mini-cuento, diríamos que habría papelitos, flecos que se habían apagado.
Entonces, desde mi cabeza de Domingo, prolifera la maceta de alambre de ideas, circulares, rosaditas, pero sin sonar. ¿Estoy delirando? Es un Domingo justo, pero horrible. Un Domingo muy horrible, aunque no pasa nada.
Y acabo de apuntar esto que acabo de leer en un cuentista noruego:"Somos flechas disparadas del vientre de nuesta madre, y aterrizamos en un cementerio".
Pero ¿qué es inventar un mosquito, frente a una tendedera, cuando no hay ninguna necesidad de inventar un mosquito?
No me he sacado ni dos números del Fantasy, pero persisto. 

L.G.V.

Saturday, September 11, 2010

Corto

sonrisa cortada de medio lado como esquina picoteada de murmullos con cuchillo afilado. "corte al revés." una tomenta de filosos dientes rebota en piel de agua donde risa abierta destornilla cara. luna a medias.


nadie está listo para dejar de decir. y lo innombrable sigue frunciendo el ceño. enojos de cartón. el llanto ya no moja. ¿todo es mentira?


el gato negro durmiendo sobre Orígenes. que cosa más rara el destino. el errante, también, cortado destino. de los libros ya no sale nada, solo tu sombra como oculta, trabada en círculos invisibles. afuera, competencia de rojo ladrillo y verde maleza. todo crece como de la nada.


y el refrigerador que no para de acalambrar la historia.


ojalá los sueños se metieran en la cama. ojalá el arropamiento de sábanas frías fuera un asunto más humano. ojalá la lluvia mojara sólo los dedos de los pies. ojalá el sueño de la mujer haciendo círculos lograra aquietarse, cerrar los ojos, dormir.


porque no se escuchan más ranitas, y la lluvia ya no suena igual. campanita lila veteada con azul. vocecita sonámbula vencida en el tiempo.
¿quién sabe dibujar la soledad? ¿quién puede sacarle la risa a una pared? ¿quién romperá esas gotas del llover? enlluviarrebatada los soles ya no salen enfilados. truena lo plateado detrás del cielo que en reverso pinta de rojo una tarde china que ya nadie podrá ver.

Margarita Pintado

Margarita, para la Tesis, con el Advisor es importante discutir esto: Una obsesión a conseguir. Corneta, corneta azul, azul oscuro, sobresale, regadera también, azul oscuro. Es tocar, disolver, tocar y disolver, todo junto. ¿En un precipicio portátil? La cosa empezó antes, en mi infancia, en el Hotel Bristol. ¿Deconstrucción de la personalidad? Si perdemos lo que está en el telón de fondo, ¿entonces lo nuevo en distintas formas? Podrían ser palitos de tendedera. Pendiendo de ellos, mascaritas de la muerte. En un blanco que le pudiera gustar a Marcel Proust, por supuesto. Un ID donde asomaría lo fuera de control. El avión de las 10 de la noche, señalando, concomitantes, grietas. Cielo ha nacido, biberón negro por el lado reverso, el lado en que es una piedra (estoy seguro que, trabajándolo bien, este fragmento se pudiera captar). ¿Y si pierdo lo que quiero juntar ¿entonces mi cara sería seria, o habría una sonrisa? 

L.G.V.

Friday, September 10, 2010


Sumergido en la esquina de la siesta irrrumpió un toro, corriendo Pero era raro. Parecía como un gran insecto, hecho con tela de paraguas. 
Me embistió. Grité. Me desperté.
Pero, ¿existió ese toro, o yo lo inventé como excusa para despertar? ¿Qué vida es la que estoy viviendo?


L.G.V.

EMOCIONES BOBAS



Sí, verdaderamente, un escritor que no tiene nada que decir.
(¿Qué es lo que se dice cuando no hay nada que decir?).

Oye el ruido del refrigerador. Se acuerda de lo que sucedió una vez, cuando lo impresionaron unas botellas blancas (¿eran botellas cubiertas por una lechada?).

Al ser las 4 de la tarde imaginó, sin saber por qué, la manera en que se dibujarían dos telarañas portátiles. 
¿Telarañas portátiles? ¿Qué significa eso?

Le vino a la mente un vaso a mil años luz. Pero ¿ se quiere ocurrencia más idiota?

Después, al llegar las 5 de la tarde, recordó a un mal poeta modernista, notario en un pueblo de campo, quien escribió unos versos donde a un río se le llamaba hermanita.

Le vino, entonces, la noche, y fue tan absurda la cosa que, en un casi desapercibido rincón de su atención, se le aparareció un avión piloteado por un cura. Pero ¿esto no es el colmo?

No, eso no era el colmo, también llegó una lucha de perros, mezclada hasta tal punto con el ruido del refrigerador, que llegó a parecerse al silencio. ¿Cómo se le pudo ocurrir eso?

Es que nunca se podrá saber lo que le ocurrió en un día como el de hoy, feo y estúpido.
Quizás pudo haber un pez, deslizándose por el patio. 

O quizás un aire “científico”, pero de cuarta clase, pudo estar ornando la cabeza de una estatua.

(Al fin –pero esto me sucedió a mí, no al escritor de quien estoy hablando-, pareció como que sabio podía decir: “La estatua de Mata Hari, la espía, tenía el mismo aire distinguido que aquellos dos grandes aviadores de mi infancia, Barberán y Collar”. 

Pero, la última razón que pueda explicar todo esto que estoy diciendo, se formula así: el hecho de que nadie se amarró al mástil, sólo fue debido a que nadie creyó en la existencia de las sirenas. Tan sencillo como esto. 

L.G.V.

Thursday, September 9, 2010

Alarma


¿Y el público dónde está? 
Ranitas cantando, matojos, en la noche de Caracas. Había llovido por la tarde.
Lo que ahí puede estar viviendo es una zona ciencia-ficción: detrás del cuerpo, aunque interior, dentro del cuerpo entonces.
En la habiatación vacía se oía una campana.
Leía, encuero, un libro de poemas. ¿Quién?
Se lleva hasta el final, ¿qué?
Casa grandísima.
Extendidos. Los brazos extendidos. 
En la habitación vacía se oía una campana. Hay alguna preocupación por el tamaño del pene. 

¿Tiene, necesariamente, que haber alguien más?
Las ranitas, y las ranitas, cantando. Los matojos estaban llenos de agua. ¿Por qué, seriamente, nunca he pensado en el suicidio? ¿Qué relación pudo haber?
Se estaba en una casa vieja, de madera.
Hoy es 9 de septiembre, y se estuvo en una vieja casa de madera.
En Caracas, cuando estuve en Caracas, fue cuano oí a las ranitas. Cantando, el agua, toda la noche.
Una casa, sabor de madera ahora, en este momento donde no se me ocurre pensar en el suicidio, pero en que no tengo nada que hacer.
Nada que hacer, ni nada que decir.
La comparación era entre el canto de las ranitas y la campana dentro del cuarto vacío. Pero ¿de qué relación se trataba?
La alarma es por mi muerte, pero yo no la acabo de oir.

LGV

Tuesday, September 7, 2010


Un gorro color violeta. Unas tijeras.
Avanza sobre un mar de violetas pero, visto con un monóculo, esta mar sólo está hecho con pedazos marchitos (colocados, los pedazos marchitos, sobre ripiosa alfombra).
Entonces, como desde una vitrola, este verso idiota, un verso que nadie escribió: "Con la mantenga / y la queja/ deja la isla".
Fíjense bien: ¿qué es mantenga? Esa palabra no existe. Así que, sin duda, se trata de un verso idiota que alguien nunca ha escuchado, ni tiene por qué haberlo escuchado. 
Mi horizonte es demasiado pequeño ( me temo que con eso no se levantan catedrales).
Mañana tengo consulta con el diabetólogo. Hoy tengo 243 de azúcar.


LGV 

Monday, September 6, 2010

Mañana

Rompe lo claro en día pelado, como crepúsculo calvo. Empieza el otoño. Ya lo hemos visto. Las cosas se van desajustando. Ahora es el temblor de la imagen, y todas tus historias echadas a correr. Hojas comienzan un decenso lento. Chorreras mis dedos saludando la ventana. Piel de sábana, rayitas dibujadas, frío muscular. El café viene, lento pero seguro. Si me quedara encajada en esta pobre, delicada mañana, pariría un par de soles, y algunas ramitas de árbol. Todo en temblor. Cansados sus ojos buscan miedo esta mañana. Soñé con ella. Sus manos moviéndose en círculos. Ella, ojos de gato, simulando una espiral. 


Habrá que olvidar tanto esfuerzo muerto en esta mañana de temblores de la imagen. Donde soles muertos, y ramas de árboles conversan con un sueño donde círculos duelen en cabeza ajena. Compartir. Hay que compartir. La mañana me lo ha dicho.


Margarita Pintado

Sunday, September 5, 2010

AUTO RETRATO


Un punto que es una O, mientras me acerco a un mar extraño, ¿cómo puntiagudo? El mar tiene el color de un alacrán que, por haber sido hervido, parece como estar a punto de alcanzar el amarillo. 
¿Decir sobre un precipicio de banderas pudiera aclarar algo? Me temo que no. 
Así que yo como que me acurruco, colocando mi cara junto a eso que nunca ha existido: un serrucho blanco.

LGV

- ¿Quieres entrar?- le pregunta la muchacha, en el anuncio de la tele, al joven acompañante. Han llegado, y mientras le pregunta, ella apaga el botón de la musiquita del auto. 

Yo oigo mi nombre, Lorenzo, desde una voz tan dulce como la de la muchacha del anuncio de la tele. ¿Me invitan a entrar? 

Me despierto, voy a orinar. Son las tres de la mañana.
Mientras orino, me digo que es la muerte la que me puede estar invitando.
Y ¿si se hubiese enterado de esto que le está sucediendo al anciano que orina a las tres de la 

mañana,qué es lo que hubiera dicho Simone de Beauvoir? 
LGV

¿Un médium? ¿Un médium en el Home? Un heterónimo que de mí se ha desprendido.
Lo que sigue es la aventura automática, desprendida del médium:
"Al encontrar la muerte. Sabiamente en el patio. Ningún rasgo, ninguna herida. Aquellos aviadores, Barberán y Collar, desaparecieron en un año de la infancia.Un columpio había, la pared hecha con aserrín, y una pelota rebotando. La mata, desprendida de un texto, que leería en otra ocasión. Un velocípedo, lo húmedo, el humo, también un trompo. Equinoccio de una oreja ( esto es tremendamente absurdo y, al final, termino rechazándolo). Estoy solo. Lo sumido es sólo una palabra que quizás se desprendió de un embudo. Barberán y Collar, a las 12 del día, volaron sobre el pozo. Esta contradicción (sí, una contradicción)que está inserta en mi sino. Ya Rolando, el que se presentó con la grotesca máscara de un poeta francés de cuarta clase, en aquella sesión de la vidente Emilia. La muerte, ahora, me estará esperando siempre. Una salida que se parece al esperanto." 

 Pero, como se ve, el heterónimo no se independiza de mí. El heterónimo, como médium, habla a través de Rolando, un desencarnado que conocí en una noche de mi adolescencia.


LGV

Saturday, September 4, 2010

Una Niña


Había una lámpara con los ojos de una niña.
Mientras tanto el santo, sano ruido del refrigerador volvía. 
Como si soñaran por aquí: por el lugar donde, sin estar, estoy.
Sin estar ¿por dónde?
Por 3 manchones:
Crema
Carmelita oscuro
Negro en un barquillo.
Ojos fijos en el idilio que no tuvo por qué existir.

El blanco crema –empieza el sueño- es el deslizamiento en los labios de la niña.
Pero ¡pum! (y este pum ha irrumpido sin que nadie lo invente) no es la exacta palabra.

No, pum no ha tenido por qué aparecer.

Y, al final, todo listo para el deslizamiento – lo crema se ha abroquelado. 
Ahora, yo, que tengo como un capricho (¿algo así, tengo, como la misión de derretir lo inmóvil?). 

Y me pregunto, absurdamente, por ese lugar por donde pudieron estar los ojos de la niña. ¿La niña se llamó Carmencita?

Lo otro son lagartijas, tiburones; así como lo digo. ¿Por qué? Buena cantidad de palabras tiznadas (tiznadas, sí) , y esto como si simularan el silbido de un incendio. 

Esa niña, extraída de Corot, mira fijamente, desde ese color abstracto que más pudiera alucinar.
Yo nunca he estado (pero, repito la pregunta: ¿la niña se llamaba Carmencita?) dentro de un incendio, pero sí he estado dentro del Infierno. 


LGV



Thursday, September 2, 2010

Oda

El ruido granular de lo blanco untado con agua caliente. Son las 6:36 de la tarde. No se escucha el bamboleo de la máquina, ni las carretas, perplejas de su consistencia ante el tiempo. Es el arroz cocinándose despacio, como en son de cansancio, lo que jamaquea la memoria a esta hora. Empujada, y como revisitada por el "Viento masca en mecedora coja."


Entonces, los trompos, golpean (¿llenos de sed?) los bordes de un cartón que lee noche. Inútil mueca esa luz caminándome por los dedos. Aparece, tú, vencedora de cristales, en esta página queriendo ser papel


Ya nada saluda como antes. Los gallos callados, y mi madre tan lejana, tan pequeña, tan como metida en mi mano. Insomnia el día desde un teléfono cualquiera. Desde muy chica, las cosas siempre se me van borrando. Me quedan unas líneas como tapadas por la sombra de un árbol en donde vivíamos, él y yo, delicados y felices. 


Toda va retrocediendo. ¿Qué puede significar ahora volver?


"Rojo, tierra, ¿el recuerdo, dónde está?"

Margarita Pintado

El participa en la comida. ¿Qué comida? ¿Una comida con velas? ¿Fueron las velas que vi en mi infancia, en el Central Australia?
¿Hay prostitución? Hay una estática, y no se distingue bien. 

Pueden haber planos, pero el asunto no acaba de estar claro. ¿Qué mañana es la que estoy viendo hoy? ¿Es una mañana detrás de esta mañana que aparece en mi ventana?

Quizás, lo que verdaderamente sucede es que él no sabe bien lo que hace ahí. 
Recordar: Tetragratracton fue el elefante que apareció ayer. No hay más nada que decir. 

Y el ruido del refrigerador, por la noche. Ya hace tiempo que estoy consciente de la presencia del refrigerador


LGV

Wednesday, September 1, 2010


¿Tetragratracton? Parece ser el nombre de un elefante. Es lo único que sé. No lo concibo pisando la tierra, pero tiene que pisarla, si es que es un elefante. Son las 9 y 4 de la mañana.

Lorenzo García Vega