Queda oficialmente inaugurada la novela. ¡Qué comiencen los juegos! Puede que comience con el tema de los sueños, porque “sueño” es una palabra más bonita que “tesis” y yo hoy no estoy como para hacer preguntas de “tesis” porque esa palabra sugiere puntería. Es como que hay que dar en el clavo, y la verdad, con palabras o sin ellas, es muy jodido dar en el bendito clavo.
Entonces este primer capítulo es como un huevo al que le comienza a crecer una antena. Pero antes del huevo hubo un pájaro, y ahora yo me acuerdo de esa poeta puertorriqueña que se fue a morir a Cuba en el 1924, y que dijo que Cuba y Puerto Rico eran de un pájaro las dos alas, y se me ocurre que este proyecto de novela bien pudiera ser un pájaro, o un pajarraco, y que nosotros somos las dos alas. ¡Pero qué cursilería! ¡Qué manera de empezar una novela! En fin, que me ha dado por creer que tú yo yo somos las dos alas (¿alas rotas? ¿alas anacrónicas?) de este pájaro que rompió el huevo antes de que yo llegara.
Margarita Pintado
No comments:
Post a Comment