Ya estoy tarde. Es el primer día de novela, el primer día de proyecto de novela y he llegado tarde. El prólogo ya fue. Un prólogo, mientras yo dormía. Tengo que decir que anoche dormí el sueño de los injustos, porque me excedí. Dormí como 16 horas y mientras dormía, Lorenzo tremebundeaba una novela blogera.
Sí, es verdad que yo le sugerí un blog. Yo le dije, como si tuviera mis veinte y pico de años, “oye, Lorenzo, ¿y si te preparo un blog? Tu escritura flotaría muy bien en el espacio virtual.” Eso dije yo. Y me fui a dormir, y dormí y soñé con mi madre en un estacionamiento de esos laberínticos que dan miedo.
Es que Lorenzo anota sus sueños, y ahora yo lo intento. Sí, él está muy metido en eso de la materia de los sueños. Pero a los origenistas no les gustaba el surrealismo. Pero a Lorenzo le gusta ponerse surreal. Y lo veo, despertándose en medio de la noche para que no se le vayan, para agarrarles, aunque sea, el rabo. El rabo de un sueño. ¿Rabo anti-nube de un sueño? La cosa es que Lorenzo descubrió que ni en los sueños se puede confiar. Él dijo: “Entonces, en el sueño, yo voy, me levanto y busco la libreta. Yo voy, y anoto el sueño, cierro la libreta, regreso a la cama. Me duermo. Pero entonces, al otro día cuando voy a buscar mi sueño, ¡una cosa rara, muy rara me pasó! ¡El sueño había desaparecido! En el sueño, soñé que me levantaba y anotaba el sueño en mi libreta. Y esto nunca me había pasado.” Eso dijo Lorenzo.
Entonces me desperté, y supe que a él le había gustado la idea del blog. Pues resulta que un poeta nacido en el 1926, se quiso inventar una novela conmigo (yo me llamo Margarita) que nací 55 años después, en una isla vecina, por allá, o debo decir, por acá, en el 1981, bajo pretexto de escribir una tesis que ya ha dejado de parecerse a un tesis.
Margarita Pintado
Sunday, May 23, 2010
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment