¿Y qué estamos haciendo aquí?

Pues no se sabe bien, pero resulta que al escritor Lorenzo García Vega le ha dado por intentar una novela conmigo, una estudiante graduada quien intenta, entre otras cosas, escribir una tesis sobre la vida y la obra de este señor que ahora es mi amigo. Lo que irá apareciendo aquí es, en palabras de Lorenzo: "un zuihitsu en el que fuéramos relatando, a la manera de un diario en email, el relato de nuestra relación (una relación establecida por motivo de una tesis, pero donde, lo que estaría, fuera el invento que haríamos, tú y yo, de nuestro pasado y de nosotros mismos, como dos personajes de generaciones distintas que tratan de encontrarse, inventándose."

Monday, May 24, 2010

Buenos días, Margarita: hoy es mayo 24, 2010, del Taller literario

Con la Antropofagia. Me he despertado pensando que puede ser, este zuihitsu con pin-pong, una manera de volvernos antropófagos. Pero ¿no estoy anacrónico? ¿Antropofagia? Te acabo de hablar de aquella contra-cultura que ya se fue, y ahora te digo de aquella antropofagia que masticaron los brasileños. Pero ¿cómo se me ocurren estas cosas? ¿Los cincuenta y cinco años que nos separan es para que me vuelva anacrónico?
Pero ahora, también después de despertarme, hago una anotación en mi diario, y se la envío al pintor Baruj Salinas.
El pintor Baruj Salinas, un buen tipo, tiene la paciencia de escuchar los emails que diariamente le envío.
Antes, Baruj escuchó a María Zambrano. María se servía un buen vaso de scotch,y entonces le lanzaba, al buen Baruj, un buen párrafo sobre el mundo parmenídeo.
Y ahora yo, le lanzo desde el email, en esta horrible Playa Albina donde vivo, al paciente Baruj fragmentos de mi diario, o fragmentos de mi sueño, o apotegmas visuales, o lo que sea. No sé qué pensará Baruj de eso.
Fragmentos de mi diario, y como me estoy dirigiendo al hebreo Baruj, pienso en el diario del judío José Karo, quien registró las experiencias estáticas inspiradas por Naggid, ángel inspirado por las potencias celestes.
Naggid.
¿Qué pensará Baruj de esto?
Naggid se me confunde con KH (o sea, con Koot Hooni, quien en otra encarnación fue Pitágoras), el personaje a quien a veces sueño, parado en la esquina, enfrente de mi casa.
Así como Naggid también se me confunde con Ram, el difunto maestro Ram (se escribe Ram o Rank? ahora no me acuerdo),a quien me he cansado de mencionar, y quien es un ectoplasma que pasea por el barrio donde vivo.
También acabo de anotar las fechas de los días en que el viento ha movido las hojas del árbol que está frente a la ventana de mi cuarto. En el mismo momento en que aparecen nubes de tiza, asalta una obsesión con lo que pudieran ser dibujos circulares.
También estoy jodido. Sin duda, también en este momento estoy jodido, aunque en este momento no lo sepa.
Liberarse del antropomorfismo. Liberar el color, dejándolo solo (pienso en la pintura como ejercicio de soledad,pienso en los dibjujos que he visto de Rosana)Líneas, entonces, moviéndose según un ritmo que, casi, se escaparía del recuerdo. Caen, dentro de una botella, colores insignificantes.
El ruido de un motor.
Y también cábala, contracción, hibernación. Un grupo de astrofísicos establece una relación entre el origen del universo y las gotas de agua suspendidas en una tela de araña.
Mientras me entero de esto hay, con mimbre, un estuche de manzanas. Así como, sobre el refigerador, cae este día de hoy. Pienso que, metidos dentro de una cajita, no estaría mal esperar hasta ver si la novela arranca por sí sola. ¿No es así como se sueña una tesis de grado?

Lorenzo García Vega

1 comment:

  1. qué bello poder acompañarlos en vivo... por cierto, he cultivado siempre el anacronismo con fervor. es como siempre digo, soy una vanguardista atrapada en el romanticismo. debería tomar nota de mis sueños, pero eso si pudiera dormir. me fascina el intento novelesco, sigo leyendo.

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