Por lo menos, en este momento, me apacienta la tontería que puedo tener sobre mí. Pero ¿hasta que punto puedo contar con esa tontería?
Y un restaurante de la calle Belascoaín, cerca de donde estaba el Hotel que se cayó. Cayéndose él también. Oscureciéndose, él, con un color de oro viejo. ¿Pero eso, ahora qué puede significar?
Lo que sé, desde un carrusel. Ese lugar común que vuelve de nuevo.
Mes de enero. Vuelve la noche, con el avión que pasó a las 10. Soy un obsesivo.
“y un atardecer casi lila dice que esta es la tierra / que nos dieron, donde sería bonito remontar / sin más un papalote, y arrimaría un ramito / de albahaca al proximo suicida.” Angel Escobar.
Lorenzo García Vega
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