Hay que llenar unas difíciles, muy engorrosas, planillas.
Hay que llenar unas planillas.
Planillas que todo parece indicar que están relacionadas con la masonería.
¡Nada está claro!
El por qué, no se sabe. No se sabe por qué.
Si quisiera intentar explicarme, diría que lo blanco cubre un manchón de líneas.
Al avanzar, y entrar en el cuarto de baño, veo a una cucaracha muerta sobre el piso.
Trato de comprender, y me digo que puede ser lo sucio, que puede ser lo imborrable. ¡Lo sucio imborrable!
Hace sólo un mes que un viejo pariente - le decían Ficote- murió.
Pero ¿era, en la Habana, el lugar donde había que llenar las planillas? La Habana fue antes. Ya hace años que me fui de La Habana.
Unas planillas. Cosas que no significan nada.
Hoy fui a ver al urólogo, pero el urólogo no estaba. Creo que pasado mañana, el miércoles, podré ver al urólogo.
La luz empieza a ser luz de otoño. La luz, dijo Lezama, es el animal visible procedente de lo invisible. Decir eso es blanco como el agua.
Pero ¿es que el agua es blanca?
Lorenzo García Vega
Tuesday, October 12, 2010
Planillas
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