¿Y qué estamos haciendo aquí?

Pues no se sabe bien, pero resulta que al escritor Lorenzo García Vega le ha dado por intentar una novela conmigo, una estudiante graduada quien intenta, entre otras cosas, escribir una tesis sobre la vida y la obra de este señor que ahora es mi amigo. Lo que irá apareciendo aquí es, en palabras de Lorenzo: "un zuihitsu en el que fuéramos relatando, a la manera de un diario en email, el relato de nuestra relación (una relación establecida por motivo de una tesis, pero donde, lo que estaría, fuera el invento que haríamos, tú y yo, de nuestro pasado y de nosotros mismos, como dos personajes de generaciones distintas que tratan de encontrarse, inventándose."

Monday, October 11, 2010

de unos bolsillos

voces como en cajas. cajas agujereadas. voces. hilos de luz en pequeños puntos amarillos proyectados en el techo. el cielo hoy parece menos alto que de costumbre. la mujer con cara de pájaro se ha ido al bosque. el gato duerme la siesta de las once sobre un libro abierto. el café sigue presentando sus burbujas de colores. 

los puntos amarillos, si se amarran a las burbujas del café, pueden llegar a ser un principio de esperanza. favor de no emocionarse. por favor, es otoño, venus entró en retroceso, los niños chinos hoy no bajan una escalera.

la calma llega envuelta en un cigarro. he vuelto a fumar, yo que nunca he sido fumadora. y no sé qué hacer con estas manos que ahora huelen a humo. y no sé, francamente no lo sé, cómo conversar con mis bolsillos, qué guardar, qué sacar. algo se está quemando. y el gato duerme su siesta de las once sobre un libro de un escritor mexicano que no tiene mano, sino un garfio. 

todo quiere ser especial. todo quiere como tener un brillo. y yo pienso en las voces de las cajas iluminando polvos mágicos proyectados en el techo. y yo digo en voz alta que se está formando un laberinto. aquí mismo, en esta casa. un laberinto muy bonito en donde burbujas de café, y puntos de luz animan la conversación entre un gato negro y un escritor manco con ganas de pedirle un cigarro a esa chica que, desde el otro lado de una frontera recién inventada, los mira. alucinados ojos en pequeñas llamas. fumar puede salvar vidas. 

un coro de bolsillos llora. 


Margarita Pintado

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