Es un precioso don mascullado.
No tropieces -aunque, si bien se mira, tú no estás tropezando-, no hay por qué tropezar.
Tú no tienes otra manera que esa de darle al mismo redondel, al redondel que gira sobre lo no visto (esto no tiene sentido, pero sí tiene sentido).
Pasas sobre el mismo aguijón de la acera - pero eso era cuando caminabas diariamente-, pero ahora -¿es esto autismo?- puedes estar seguro de que no hay ningún aguijón, pues quizás nunca lo hubo.
Dos vueltas sobre el mismo silencio, que quizás no es silencio, ni nunca lo ha sido.
¿Es que tus palabras tienen alguna gravedad?
Tu no miras más que dándole al mismo redondel Entonces, hasta pudiera parecer como un capricho mediúmnico.
Pues es irreconocible la bulla que pudiste hacer, y que no hiciste.
¿Quién amarró tus manos como si fueran los ojos que viste en una película?
Hay tantas historias que tú mismo vaciaste, quizás sin saber lo que hacías.
Quizás nunca supiste nada.
Mi mente ha sido como una mano que no mira.
Esto sí que no ha tenido sentido. Un coral abierto, no se sabe donde.¿Para qué?
Y el mismo redondel, y yo dándole, casi sin saber que era absurdo.
Ahora, hasta pudiera saber que tengo un rostro de arena, pero eso no cuenta para nada (¿el rostro parecía como de arena, o nunca he tenido un rostro de arena?).
Lorenzo García Vega
Saludos, Lorenzo. Lo invito a colaborar con nuestra revista independiente que hacemos desde La Habanada: VOCES. Puede descargar sus dos primeros numeros desde mi blog LUNES DE POST-REVOLUCION en www.orlandoluispardolazo.blogspot.com. Soy amigo de Lizabel Monica y Jorge Alberto Aguiar Diaz, con quienes hice la revista alternativa Cacharro(s). Mi correo es orlandoluispardolazo en gmail.com. Un habanabrazo, siempre, OLPL
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