Subject: yoyi
To: logar8@yahoo.com
Date: Friday, January 14, 2011, 2:27 PM
Querido Lorenzo, no me contestaste nada del texto del alumno que te envié. Se leyó en dos días El oficio de perder y escribió ese texto.
Por cierto, leo todos los días el blog tuyo y de Margarita. Qué curioso, vi que citabas el fragmento de un poema de Ángel Escobar. En mi libro sobre tu obra intuí algunas afinidades entre Ángel y algunas zonas de tu mirada. También con Raúl Hernández Novás, estas mucho más profundas. Los dos poetas suicidas... ¿No leiste nunca la novela rusa Oblomov? Te gustaría ese personaje. Hay una película de Nikita Mijalkov, Oblomov, que acaso puedas conseguir por allá... Oblomovismo, es una forma de percibir el mundo cercana a tu sensibilidad: una suerte de oficio de perder. Yo leí el libro y vi la película allá, en mi otra vida, en Cuba, y me quedé obsesionado para siempre con ella. Pero no la he podido, la película, conseguir nunca más, a pesar de que su director es muy importante. Una vez la vi en en un club de video en Amherts pero estaba en inglés...
A partir del lunes me sumergiré de nuevo en tus libros para terminar antes de abril mi libro. (Monje Loco, segunda parte). En cuanto lo concluya te lo envío. Aunque no defenderé el doctorado hasta julio, cuando vaya a Madrid, quiero terminarlo antes de esa fecha porque por entonces debe nacer Yoyi II, es decir, mi hijo, y no sé cómo será mi vida después. Imagínate ¿cómo sera eso? Mi mayor esperanza es poder jugar con él. Un niño barilochense. Qué extraño es todo.
Por cierto, leo todos los días el blog tuyo y de Margarita. Qué curioso, vi que citabas el fragmento de un poema de Ángel Escobar. En mi libro sobre tu obra intuí algunas afinidades entre Ángel y algunas zonas de tu mirada. También con Raúl Hernández Novás, estas mucho más profundas. Los dos poetas suicidas... ¿No leiste nunca la novela rusa Oblomov? Te gustaría ese personaje. Hay una película de Nikita Mijalkov, Oblomov, que acaso puedas conseguir por allá... Oblomovismo, es una forma de percibir el mundo cercana a tu sensibilidad: una suerte de oficio de perder. Yo leí el libro y vi la película allá, en mi otra vida, en Cuba, y me quedé obsesionado para siempre con ella. Pero no la he podido, la película, conseguir nunca más, a pesar de que su director es muy importante. Una vez la vi en en un club de video en Amherts pero estaba en inglés...
A partir del lunes me sumergiré de nuevo en tus libros para terminar antes de abril mi libro. (Monje Loco, segunda parte). En cuanto lo concluya te lo envío. Aunque no defenderé el doctorado hasta julio, cuando vaya a Madrid, quiero terminarlo antes de esa fecha porque por entonces debe nacer Yoyi II, es decir, mi hijo, y no sé cómo será mi vida después. Imagínate ¿cómo sera eso? Mi mayor esperanza es poder jugar con él. Un niño barilochense. Qué extraño es todo.
Noto que no has estado bien de salud. Pero a pesar de eso no decae la intensidad de tus vacíos. En eso eres fuerte. Hay que saber perder hasta el final. Tampoco Cioran se animó a suicidarse nunca. Eso siempre me había llamado la atención, hasta que encontré este pensamiento suyo en Silogismos de la amargura: "Solo se suicidan los optimistas, los optimistas que ya no logran serlo. Los demás, no teniendo ninguna razón para vivir, ¿por qué la tendrían para morir?". Por cierto, uno de sus pensamientos que más me gusta es este (del mismo libro): "Sólo intimamos con la vida cundo decimos -de todo corazón- una trivialidad".
¡Ánimo, Lorenzo, hay que saber perder hasta el final! Eso es acaso lo más difícil, ese sentido al revés...
Dile a tu amiga, a Margarita, que si necesita algo para su libro, que me puede escribir sin pena.
Jorge Luis
una belleza de carta
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