¿Y qué estamos haciendo aquí?

Pues no se sabe bien, pero resulta que al escritor Lorenzo García Vega le ha dado por intentar una novela conmigo, una estudiante graduada quien intenta, entre otras cosas, escribir una tesis sobre la vida y la obra de este señor que ahora es mi amigo. Lo que irá apareciendo aquí es, en palabras de Lorenzo: "un zuihitsu en el que fuéramos relatando, a la manera de un diario en email, el relato de nuestra relación (una relación establecida por motivo de una tesis, pero donde, lo que estaría, fuera el invento que haríamos, tú y yo, de nuestro pasado y de nosotros mismos, como dos personajes de generaciones distintas que tratan de encontrarse, inventándose."

Tuesday, January 4, 2011

Aplausos

Nos salvamos ahora con el "viejo de porcelana", que se ha quedado pasmado en la juvenilia de la vida, mirando una pared de la que salen unos mini-cuentos que son como los carritos locos de las ferias: golpes y más golpes, aceleran,  frenan, y chocan, abandonando todo camino que les asegure un destino final. 


Por favor, sírvanle otro scoth, pongánle jazz, déjenlo que ande y que desande esos relatos como si fuera él mismo un carrito loco chocando contra las paredes de la sala de su casa. Al jazz se le podría meter un sonido de rama seca golpeando ventanas, o la tos seca del refrigerador. 


SE BUSCA: Acróbata, domador de leones, malabarista, equilibrista blindado con bastones que la ha regalado el pintor Baruj. Las cuerdas flojas son terreno firme debajo de sus pies. Y ellos, todos tan de antaño, le aplauden. Y él responde, con cierta crueldad, a esos aplausos con más aplausos. Es que se nos avienen las carpas y el llanto de aquel niño que no pudo con aquella triste despedida en un pueblo ahora tan lejano, tan como lleno de polvo, tan atrapado en un cristal que se desdobla. 


Pero el circo regresa, dado que todo en la Playa Albina regresa o se recicla, como historieta imposible. Que ganas tengo de contar un mini-cuento del aplauso, y le la lluvia que crece en aguacero, y del punto en que el aplauso ya no sabe si es aplauso o lluvia copiosa copiando otras lluvias antiguas. "¿Tentación? ¿Cruce de calles? Noches de lluvia que se adhieren a la piel como gatos". Cito bastante bien y de memoria, un poema que quiero olvidar.


Escribir en reversa. Escribir como montada en un carrito loco dando para atrás. Pisar y no arrancar. Yo sueño con el mini cuento en donde un niño montado en un carrito loco, comienza a cantar. Y en la canción se revelan las luces de neón,  y de las luces salen pedazos de historias futurísticas, y de las historias futurísticas sale un hombre sentado en un sofá, garabateando en el espacio más virtuoso de lo real que ha quedado reducido (¿o amplificado?) a un ping-pong, que es lo más crecano a la casa del mundo REAL. 


Margarita Pintado

1 comment:

  1. Que contrapunteo más delicioso!!! Un partido de Ping Pong exquisito!!!!
    Gracias a los dos!!!!

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