No, no es invento. No estoy para inventos. El rojo es un poco mayor, pero tampoco es tan mayor que se diga. Domingo, desciende, quizás por eso no estoy para inventos. Desciende, y siempre se ha quedado inmóvil. En el medio, digamos, para inventar algo, que un rojo. Aunque, por supuesto (pero esto tiene menos importancia), hay otro crema, otro al lado de la escena. Como diríamos, si tuviéramos disposición para escribr un mini-cuento, diríamos que habría papelitos, flecos que se habían apagado.
Entonces, desde mi cabeza de Domingo, prolifera la maceta de alambre de ideas, circulares, rosaditas, pero sin sonar. ¿Estoy delirando? Es un Domingo justo, pero horrible. Un Domingo muy horrible, aunque no pasa nada.
Y acabo de apuntar esto que acabo de leer en un cuentista noruego:"Somos flechas disparadas del vientre de nuesta madre, y aterrizamos en un cementerio".
Pero ¿qué es inventar un mosquito, frente a una tendedera, cuando no hay ninguna necesidad de inventar un mosquito?
No me he sacado ni dos números del Fantasy, pero persisto.
L.G.V.
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