Un tigre que, antes de comérselo a uno, se pusiera a pensar. Este es un punto interesante, y en este momento está pasando el carro de helado con su musiquita.
Ha estado mi miedo, mi enfermedad; eso que me ha acompañado siempre. Y ha estado la sospecha de que el lenguaje, como una cajita, pudiera contener algo. ¿Contener algo, como unas bolas dentro de una cajita?, ¿unas bolas con sonidos y colores? Pero no he dado un paso más. Nunca mi pie ha dado con esas bolas.
La música del carrito de helados. ¿Pudiera ser una cajita sin bolas?
Lorenzo García Vega
Wednesday, June 30, 2010
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment