Nada se puede esperar, sino un viento churrioso.
Estoy mirando para todos los lados, pero sin mucho interés.
¿Hubo un grito, un cine 1934, una calle llamada Benjumeda?
Ninguna meditación, hasta ahora, ha conducido a nada.
Esas ramitas, ya como para siempre –aunque ya se sabe que no hay nungún siempre-, en el árbol que está frente a mi ventana.
-ADVERTENCIA- Ruina. "Uno debe arruinar un palacio para hacerlo un objeto de interés", esto lo dijo Diderot.
Lorenzo García Vega
No comments:
Post a Comment