¿Y qué estamos haciendo aquí?

Pues no se sabe bien, pero resulta que al escritor Lorenzo García Vega le ha dado por intentar una novela conmigo, una estudiante graduada quien intenta, entre otras cosas, escribir una tesis sobre la vida y la obra de este señor que ahora es mi amigo. Lo que irá apareciendo aquí es, en palabras de Lorenzo: "un zuihitsu en el que fuéramos relatando, a la manera de un diario en email, el relato de nuestra relación (una relación establecida por motivo de una tesis, pero donde, lo que estaría, fuera el invento que haríamos, tú y yo, de nuestro pasado y de nosotros mismos, como dos personajes de generaciones distintas que tratan de encontrarse, inventándose."

Sunday, February 13, 2011

CUANDO NO PARECE SER NI DE DIA NI DE NOCHE



Definitivamente, este bordado que pudiera ser ininteligible, está metido dentro de un lago. 


Yo lo digo con ninguna voz, ahora que me está sucediendo eso: decir sin ninguna voz. 


Pues palabras que ahora, de niño, me saqué de los bolsillos. Pero ¿dónde están mis bolsillos? 

O es lo semejante a la sombra de un payaso.

Supongo que esto pueda ser lo que está ocurriendo.

OBSERVACION- La luz neón, la de la piscina del Motel, vuelve siempre. Ahora parece como que se va metiendo dentro de un ascensor amarillento. Pero esto no puede ser verdad. Y es que mientras, dentro del sueño, agarro un reloj, el tiempo pasa lentamente (¿es que sueño lo profundo como si estuviera escondido? No lo sé).



¿ES QUE DE VERDAD NO QUIERO?


La –sol – fa. Fa- sol – la. La rino... ¿ La rino qué? ¿ De qué río se trata? , ¿o solo?, ¿o lo que espera es un silencio? 

O una lluvia, fea, que una vez cayó sobre una cuartería fea. Y, lo que pudo ser: ¿fueron días mediocres? Es posible que así fuera.

Soledad que me dejó teñido de blanco. ¿Dónde fue el barrio en que sucedió eso?

Hay persianas que no cierran, pero eso no significa nada. 

Una prisión, entonces, que no se parece a una prisión.

Estoy mudo, de tanto saber que estoy mudo.
 

Por lo que, con un pedacito de roca se podría construir un mito, pero eso ni intentarlo puedo.



Entonces, ¿a cuál andén le podría colocar sombra? Y esto, ¿para así inventarme lo que ya no puedo inventarme?


Payasos y peces, pero borrados.


Y, repito, lo que una vez me expliqué (¿Qué pupila vacía es la que puede dictarme un canto sin sonido? Pero, ahora, no estoy para esos asuntos). Y, lo más extraño: aunque me explico, quizás no quiera explicarme.

Lorenzo García Vega

No comments:

Post a Comment