¿Y qué estamos haciendo aquí?

Pues no se sabe bien, pero resulta que al escritor Lorenzo García Vega le ha dado por intentar una novela conmigo, una estudiante graduada quien intenta, entre otras cosas, escribir una tesis sobre la vida y la obra de este señor que ahora es mi amigo. Lo que irá apareciendo aquí es, en palabras de Lorenzo: "un zuihitsu en el que fuéramos relatando, a la manera de un diario en email, el relato de nuestra relación (una relación establecida por motivo de una tesis, pero donde, lo que estaría, fuera el invento que haríamos, tú y yo, de nuestro pasado y de nosotros mismos, como dos personajes de generaciones distintas que tratan de encontrarse, inventándose."

Friday, October 22, 2010

una brisa

Voces de teléfono. Voces que ya no vemos. O la palabra, que llega a veces más reseca en pantalla de ordenador. La palabra, galope de dedos echados a correr sobre lo blanco que no es cuento, sino reporte de un estar dentro de lo cotidiano, a lomo partido. El trabajo de estar vivo. Pero la muerte y sus trabajos. ¿Serán? 

Algunos más cerca que otros. Un borde cortándome los ojos. ¿Qué cómo me siento? Quisiera contestar esas preguntas que ya nadie me hace. La gente se cansa. De los tristes, se cansan, de los cansados, más que nada, ellos se cansan. 

Una ventana abierta detrás de mi espalda. Una brisa que entra. Me quema. Afuera unos tipos piden firmas para crear conciencia... ¿de qué? No sé. No se sabe. Ellos tampoco saben, pero llevan unas camisetas azules y amarillas. La gente con sus firmas. La gente con sus "buenos días", la gente con sus "hasta luego", la gente con toda esa amabilidad que lo rompe todo.

¿Es este un día largo? Todavía eso no se puede determinar. Son casi las dos de la tarde. Y es viernes. Y hay como un secreto que todos saben menos yo. Y ahora, en este café, extraño sus voces en el teléfono. Me las invento, me las pongo de collar, las sumo a otras voces que sí llegan. Pero esas no son tan bonitas. 

Revolver lo que no regresa. Como yo. No, yo me quedo, como inventada en un paisaje a punto de borrarse. Yo, fuerte, en tan vulnerable paisaje. Temo que si vueve la brisa a arañarme la espalda, todo se deshaga. Naturalmente, como debe ser. Una hablando, una, en medio de la palabra, quizá la más hermosa de todas, y una brisa...............................................................................................................

----------------- (pero la muerte y sus trabajos)-------------------------------------------------------------------



Margarita Pintado

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